Inspirada en la obra de Molière «El Misántropo» y pasada por el tamiz de la actualidad más feroz, esta canción refleja esos momentos en los que se pierde por completo la fe en el género humano, generando una aversión social y psicológica, que -afortunadamente- siempre es pasajera.

Los paraísos fiscales, las continuas faltas a la verdad por parte de los dirigentes y de otros poderes fácticos, la gestión de los refugiados o el desastre energético imponiendo abominables peajes son algunas de las cuestiones que se denuncian en esta canción.

¿Hasta dónde puede llegar la codicia humana? ¿Conquistar Plutón, poblarlo de ladrillo y luego comenzar con los desahucios? ¿Es nuestra vanidad la que nos impulsa a acumular riqueza sin fin, esclavizándonos a lo material? ¿Cómo podemos estar tan anestesiados ante una realidad social tan desequilibrada?

Finalmente la canción termina con varias apelaciones científicas hacia lo que sería tener una perspectiva más objetiva de la vida, de nuestra propia existencia: es cuestión de escala, de entender la humanidad, somos luz reflejada, nuestra huella fractal… y una pregunta retórica para reflexionar -haciendo una metáfora con un concepto termodinámico- sobre la posibilidad de que seamos simple y llanamente parte ineludible de este desorden mundial: ¿entropía y nada más?

El videoclip pone de manifiesto que las próximas generaciones (simbolizadas con un bebé) tendrán el lugar que los adultos les dejemos, a la par que explicita comportamientos diversos desde nuestras «butacas».

Javier Estévez (Subtónica)

El videoclip (realizado por 3visual) ha contado con la participación de actores reconocidos de la escena teatral cordobesa: Belén Benítez, Rafa Blanes, Victoria Castillo, Jorge Gómez, Carlos González Mera, Sara Granadino, Rubén Gutiérrez «Guti», Ricardo Luna, Esther Mañoso, Edu Moyano, Alba S. Mañoso, Encarni Román Fernández